La flor de Aries
Flor: Tulipán
Los arianos son los más empresarios de los signos. Nunca dejan pasar una oportunidad. Y si esa oportunidad no existe, la crean. Aries, como el macho cabrío que le representa, asciende hasta la cima, sin importar los obstáculos o el tiempo que le tome la hazaña. Y una vez en lo alto, se ve impelido a buscar otra cima...
Emprendedores compulsivos, trabajólicos sin remedio, esforzados y energéticos, siempre despiertos, incluso cuando duermen, los Aries son la imagen misma de un rey que busca reconquistar el trono, con ira y con sudor, pero con poco método y menos ayuda. Una vez en la cima, a los Aries no les gusta compartir el escenario. Saben que si quieres un trabajo bien hecho, debes hacerlo por ti mismo. Y en el proceso, debes apegarte a tus leyes y códigos personales, sea cual sea el precio a pagar.
Por ello, la flor que represente a este signo debe ser una que refleje esta energía, esta ansía de vivir, estas ambiciones desmedidas e irreconciliables con la mediocridad. Una flor que se yerga sobre las demás y que no acepte, en manera alguna, la competencia o la simbiosis.
Una flor como el tulipán.
El nombre del tulipán proviene de un vocablo que quiere decir “turbante”, pues era costumbre turca en el siglo XIII llevarlos como adorno en los turbantes. El tulipán es una flor que no resulta ni excesiva ni poco memorable: está en el justo medio de la elegancia y la discreción. Una actitud que los Aries saben seguir a lo largo de su vida: no destacan del pelotón hasta que consiguen el mérito que les hará líderes y ganadores.
El tulipán es una de las flores más fuertes que existe. Enraíza y crece con facilidad en cualquier terreno. Es alta y vigorosa. Una de sus características distintivas, que la emparenta de manera directa con Aries, es que busca la luz del sol, su gran fuente de energía y de vida, con insistencia. Sólo el girasol sigue al astro rey con mayor fidelidad. Como Aries, el tulipán no pierde un solo rayo de sol, una sola oportunidad de crecer, y la sigue fielmente con la mirada, con todo su cuerpo.
Tal es su energía y su convicción ante la vida que los tulipanes, desde periodos muy antiguos, se han ligado a la capacidad de la resurrección, en especial los tulipanes blancos, que se relación también con la entereza espiritual. De esa manera también es un acertado compañero de Aries, pues como el emprendedor y el apostador que es, Aries debe tolerar no pocos fracasos en su vida. Y cuando cae, el ariano sabe que no hay otra alternativa que levantarse, y resurgir de las propias cenizas.
¿Cómo usarlos como amuletos de la suerte?
Aries debe elegir, por encima de todos los colores de esta flor a las blancas, pues simbolizan grandeza y entereza, y son las que mejor se amoldan a lo que Aries debe expresar de sí mismo. Hay que preferirlas vivas, en grandes ramos o en macetas. Y dejarlas por todas la casa.