El lado oscuro de Aries

Entre las virtudes del signo del cimarrón se encuentran su gran espíritu competitivo, su inagotable voluntad de trabajo, su capacidad de liderazgo y su desconocimiento de la derrota.
Los Aries son los grandes líderes del zodiaco. Son personas que se ponen al frente de cualquier causa, y no saben dar pasos atrás. Son invencibles, perseverantes: avanzan en terrenos y circunstancias en donde otros ya se habrían retirado. Les mueve más la ambición que la razón, y más el deseo que el corazón.
Seductores, conquistadores, exitosos, sinceros, ambiciosos, energéticos e invencibles… ¿Cuáles son sus grandes defectos?

1. Egoístas
Aries sabe que el éxito tiene un precio, y en buena medida ese precio tiene que ver con las relaciones humanas. Este signo va ligero de equipaje, y no se detiene por sentimentales cuando se trata de elegir entre una oportunidad y el afecto. Por ello se le suele ver solo, lejos de su familia y amigos, buscando y creando oportunidades. Esa soledad, claro, pasa factura al corazón, y no siempre está en Aries lidiar con el vacío de las cosas que no sucedieron.

2. Ambiciosos
Para Aries no hay nada por encima del éxito, de conseguir sus objetivos, de llegar a la cima. No se pone límites en cuanto a lo que debe arriesgar para lograr lo que su corazón demanda: el éxito económico, el brillo social, los reconocimientos, la bonanza económica… Si tiene una relación o una familia, no le será difícil hacerla a un lado para buscar esos objetivos. No sentirá que pierde nada en nombre de su ambición.

3. Testarudos
Cuando Aries ve una senda para llegar a la cima, la usa, pero no le agrada saber que hay otros caminos, descubiertos por otros, que pueden ser más directos o seguros. Aries prefiere seguir la senda que se ha marcado, sin detenerse a reflexionar sobre su conveniencia. Eso le sucede en todas las parcelas de la vida: se casa con una idea, y no la suelta, aunque le demuestren que está equivocado. Prefiere mantenerse en su error antes que reconocerlo.

4. Irreflexivos
Los Aries se consideran, ante todo, personas de acción, que no se detienen a pensar en lo que hay que hacer: se ponen a hacerlo. Desde luego, esto conduce en no pocas ocasiones a que se den de frente con errores, con pasos en falso, con destinos equivocados… pero esos sinsabores no serán suficientes para que Aries se permita pensar las cosas antes de hacerlas. Para el cimarrón es menos malo equivocarse que dudar. No hay manera de que se detenga a trazar un plan.

5. Compulsivos
Para Aries cuenta mucho un cerebro bien equilibrado, con las emociones bien dominadas, pero la jugada no siempre le resulta bien. Cuando se trata de competir, de demostrar que es el mejor, de ganar una partida, Aries no sabe decir que no, ni evalúa la conveniencia de actuar. No le importan las posibilidades: tiene que enfrentar el reto. Su impulsividad le hace beber muchos tragos amargos. Lo peor que se le puede hacer es decirle que no puede hacer algo: desde luego que intentará hacerlo.